El hábito de fumar se genera como un proceso en el que la persona inicia el consumo y progresivamente, va incrementando el número de cigarrillos que fuma, hasta que después de un tiempo, se genera una dependencia tabáquica.
Se suele pasar por varias fases hasta generar la adicción:
Iniciación: Fumar el primer cigarrillo.
Experimentación repetida: El consumo comienza a ser frecuente.
Habituación: Se adquiere el hábito de fumar con regularidad.
Dependencia tabáquica: El deseo psicológico de consumo supera la voluntad del fumador/a y el organismo solicita la nicotina transcurrido un tiempo desde que no se fuma.
Una vez que se ha desarrollado la dependencia, muchas veces se consume para evitar el malestar producido por la falta de la droga en el cuerpo. Ese malestar produce nerviosismo y/o la irritabilidad.